La imagen en diseño
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Naturalmente estamos atraídos hacia las fotos hermosas, ilustraciones cuidadosamente elaboradas e imágenes como íconos y logos.
Las imágenes son más que solo decoración. En diseño, son el gancho que atrae al espectador. Te pueden ayudar a conectar con la audiencia y dar una buena impresión, antes de que lean una sola palabra.
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No tienes que ser un artista para usar imágenes en tu trabajo. Todo lo que se necesita es un poco de creatividad y motivación para pensar fuera de lo común.
Con los recursos correctos, puedes aprender a destacar tus diseños. Para iniciar, debes encontrar imágenes de alta calidad para cualquier tipo de proyecto. Hay innumerables fuentes en internet que ofrecen imágenes exactamente para este propósito.
La mayoría de personas, incluyendo profesionales, usan imágenes gratis o de bajo costo que se llaman “stock” o archivo. Estas son perfectas cuando necesitas algo específico, pero no tienes el tiempo o los recursos para hacerlo por tu cuenta.
Muchos de los sitios de imágenes de archivo te permiten navegar en sus galerías. Busca resultados que sean relevantes para tu proyecto, pero que también sean únicos de alguna manera.
Tus espectadores están naturalmente atraídos a imágenes que se sientan auténticas; fotos distintivas, pero creíbles, e ilustraciones que cuenten una historia.
Para un diseño más moderno y profesional, evita usar imágenes que no tienen contexto o son muy literales en su significado.
No importa si la foto que escogiste es casi perfecta en todos los aspectos. Si está borrosa o pixelada, podría dar una mala impresión de tu trabajo.
Busca imágenes de alta calidad que sean nítidas, claras y libres de distorsión. En general, entre más grandes sean, tendrás más opciones para trabajar. Una imagen grande y en alta resolución siempre puede ser recortada o reducida, dependiendo de las necesidades del proyecto.
Desafortunadamente, no funciona al revés. Si agrandas una imagen pequeña, esta inmediatamente pierde calidad, ya que la mayoría están en un formato rasterizado. Es decir, están hechas de miles de pequeñísimos pixeles, que son invisibles en el tamaño original de la imagen.
Por otro lado, están las imágenes vectorizadas, a las cuales puedes agrandar o reducir su tamaño, sin perder calidad. Esto es porque están hechas de algo más complejo que los pixeles. Son procesadas usando una forma especial de geometría.
se puede usar para cambiar la medida, forma o enfoque de una imagen y volverla útil en diferentes situaciones. Esta opción es la adecuada si tu gráfico no tiene las dimensiones correctas o incluye algo que preferirías dejar de lado.
Te permiten resaltar ciertas características de las imágenes, como la luminosidad, el contraste, la saturación y el color. Si tu programa favorito ofrece filtros o ajustes preestablecidos, puedes cambiar tu imagen drásticamente con poco esfuerzo y tiempo.
Esta herramienta asegurará que la imagen encaje perfectamente en tu proyecto. Solo recuerda: no puedes agrandarlas más allá de su tamaño original sin afectar su calidad. Si la imagen con la que estás trabajando no es suficientemente grande, es mejor escoger algo diferente o buscar la forma de trabajar con el tamaño que tienes.